Carmen Hernández
Los
constantes cambios ocurridos en el mundo globalizado, han obligado a las
instituciones universitarias responsables de
formar profesionales en la docencia a adecuar sus sistemas de formación
según las tendencias de desarrollo educativo sustentable que la sociedad mundial requiere hoy para brindar una formación pedagógica
pertinente a la realidad, y a la vez, con un sentido completo en donde no solo
la formación teórica sea relevante y significativa sino que también las
prácticas profesionales educativas
llevadas a cabo durante el proceso de formación permitan consolidar el perfil
profesional altamente calificado capaz de incorporarse en el contexto educativo
en forma integral, obligado a desempeñarse simultáneamente como líder,
integrador social, capacitado de habilidades y actitudes para participar y
ejecutar activamente en los roles consustanciales al ejercicio de la profesión
docente. Las condiciones del medio rural están vinculadas con una baja calidad
de vida y han creado, durante muchos años, una condición de exclusión de estas
poblaciones, que se consideran con pocas oportunidades para alcanzar una mayor
calidad de vida. Estas situaciones, son la causa de que un alto porcentaje de
la población rural viva en condiciones de pobreza.
Una de las debilidades del actual sistema
Educativo Venezolano, es la ausencia de una propuesta educativa para el
desarrollo del campo Venezolano en función de una sociedad Rural caracterizada
por: la equidad, sustentabilidad, humanismo social, preservación de la
identidad de los colectivos, productividad, tecnificación y calidad de vida. Esta
concepción impide atender integralmente la realidad transdisciplinaria y
compleja del ámbito rural que imbrica variables de índole económica, social,
cultural, política, psicológica, tecnológica y natural. En efecto, la educación rural en Venezuela se orienta a
la trasmisión de conocimientos técnicos (muchas veces foráneos y no
pertinentes). Para ello se hace
indispensable la preparación académica de los profesores de educación rural que
conozcan y lleven a la práctica el desarrollo rural a través de la nueva
ruralidad. Queda entonces demostrada la importancia del docente rural
como líder social en el desempeño de estrategias generadoras de conductas
nuevas, capaces de transformar el medio rural y especialmente las actitudes de
los pobladores a través de cada uno de los niños y jóvenes que a diario asisten
a escuelas y liceos rurales.
De allí la importancia
de fomentar en los y las estudiantes de Educación Rural de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL MÁCARO) el sentir pedagógico y ético, el
compromiso social de un maestro y el liderazgo quien posee la capacidad de
orientar a los más desasistidos. Por todas estas razones la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Rural el Mácaro (UPEL-IPREM)
publicó en el año de 1987, el Diseño Curricular para la formación de docentes
en Educación Rural, se pretendía que la esencia principal fuera formar un
docente integrador para el medio rural, con aptitudes muy específicas,
fundamentado en consideraciones sociológicas, antropológicas, socioeconómicas,
culturales y pedagógicas. Por consiguiente, se crea el diseño curricular;
Componente de Formación Especializada de Educación Rural, como una respuesta a
la demanda de profesionales de la docencia, capaces de vincular la educación
con las actividades productivas del medio rural, que condujeran al educando a
valorar el trabajo y adquirir nuevas experiencias laborales en función del
desarrollo endógeno para mejorar las condiciones de vida de los pobladores del
medio.
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